jueves, 11 de diciembre de 2008

Te acordas de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un practico “ta-te-ti suerte para mi”, se podían detener las cosas cuando se complicaba con un simple “pido gancho”, los errores se arreglaban diciendo simplemente “va de nuevo”, las discusiones terminaban con un “pan y queso”, el peor castigo y condena era que te hicieran escribir cien veces no debo, tener mucho dinero solo significaba poder comprar mas provincias jugando al estanciero o comprarte un helado o un paquete de conitos salados en el recreo, llenar un frasco con hormigas podía mantenernos felizmente ocupado durante toda una tarde, siempre se podía salvar a todos los amigos y bastaba con un simple grito de “piedra libre para todos los compañeros”, no era raro que tuvieras dos o tres “mejores amigos”. “Es muy viejo”, así te referías a todo aquel que tuviera mas de 20 años.
No había nada que fuera más lindo y prohibido que jugar con fuego a pesar de que algún mayor te amenazara con que “el que juega con fuego a la noche se hace pis”. “el ultimo es cola de perro” era el grito que te hacia correr como un desaforado hasta que sentías que el corazón te salía del cuerpo, el poliladron era solo un juego para los recreos y era mucho mas divertido ser ladrón que policía, las bombitas de agua era la mas poderosa, eficiente y moderna arma que se había inventado, la desilusión era haber sido elegido ultimo para el equipo de tu escuela, venenosa se refería solo a un tipo de “mancha” y no a ciertas personas o alimañas, para viajar de la tierra al cielo solo tenias que jugar rayuela, la red de una cancha de tenis tenia las dimensiones necesarias para jugar un partido de voley y las reglas… no importaban demasiado.
El semáforo, si eras nena siempre elegías el color amarillo, ya que solo te preguntaban si te gustaba… si eras varón siempre e indefectiblemente elegías el color rojo y hay nomás pedías un beso… en la boca. Los hermanos mayores eran el peor de los tormentos pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores.
Guerra solo significaba arrojarse trozos de tizas y papel durante las horas libres, la guerra era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que no volvería a suceder, los helados por supuesto constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales, tu bici se transformaba en una poderosa moto con solo colocarle un cartón, una chapita o una bombita de agua en los rayos de las ruedas y si tu bici tenia el asiento banana, bueno, eras el capo máximo de la cuadra.
Las situaciones “raras” eran básicamente afilar, atracar, bailar, chic chu chic, chapar, contigo pan y cebolla, corto con, franelear, fulano señorita, fulano gusta de, fulano detrás de, largas o te largo, me arregle con, pirobar, te vino?, eso?, vos te dejas?.
Eso era la infancia, i la inocencia de ser chiqito. Era poder hablar sin tener verguenza si nos confundiamos i poder creer que el mundo era solamente lo conocido.

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