entre ahi. no supe que hacer, era algo nuevo, era algo raro. la mejor manera para tranquilizarme era arrodillarme enfrente de el. me arrodille. tenia que hablarle y decirle todo lo que me pasaba, pero no sabia como. no me salian las palabras. les pedi a mis manos que me ayuden a hablar, y largue todo lo que tenia para decir. me senti culpable, pero por parte me senti bien. llegue a la conclusion de que esta era la mejor manera, no quedaba otra. por lo tanto, que otra quedaba, que seguir practicando esto. segui, segui y segui. el daño era cada vez mas grande, y mi locura cada vez crecia mas y mas.
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